martes, 29 de mayo de 2012

Prostatitis- Prostatectomía

La glándula prostática es un órgano que se encuentra en la base de la vejiga en los hombres. Es posible que sea necesario destruir o extirpar quirúrgicamente los tejidos en dicha glándula si ésta se encuentra inflamada.


Un agrandamiento de la próstata puede causar problemas para orinar e infecciones urinarias. Estos síntomas a menudo se pueden aliviar con la extirpación parcial o total de la glándula prostática, lo cual se puede llevar a cabo de muchas maneras, dependiendo del tamaño de la próstata y de la causa de su agrandamiento.

Los tres procedimientos más comunes para la extirpación quirúrgica de la glándula prostática cuando no hay cáncer son:
  • Resección transuretral de la próstata (TURP, por sus siglas en inglés) 
  • Prostatectomía con láser 
  • Prostatectomía abierta
TURP:
La resección transuretral de la próstata es el procedimiento quirúrgico más común para la hiperplasia prostática benigna (HPB). La TURP se realiza utilizando anestesia raquídea o general. Primero, se inserta un tipo especial de cistoscopio (instrumento similar a un tubo) en el pene a través de la uretra hasta la glándula prostática.


Después de la cirugía, se coloca un cáteter de Foley dentro del cuerpo para ayudar a eliminar la orina, que aparece inicialmente muy sanguinolenta, pero se aclara con el tiempo.

PROSTATECTOMÍA CON LÁSER:
La prostatectomía con láser utiliza haces de luz para destruir el tejido prostático. Este procedimiento generalmente se lleva a cabo de manera ambulatoria y generalmente no requiere hospitalización.

ABLACIÓN TRANSURETRAL CON AGUJA (TUNA)
La ablación transuretral con aguja es un tratamiento mínimamente invasivo para un agrandamiento de la próstata y se lleva a cabo mientras la persona se encuentra bajo el efecto de sedación o anestesia local.

INDICACIONES:
La extirpación de la próstata se puede recomendar en los siguientes casos:
  • Incapacidad para vaciar completamente la vejiga (retención urinaria) 
  • Sangrado recurrente de la próstata 
  • Cálculos vesicales con agrandamiento de la próstata 
  • Micción extremadamente lenta 
  • Cáncer de próstata en etapa A o B 
  • Aumento de la presión sobre los uréteres y riñones (hidronefrosis) por la retención urinaria 
La cirugía de la próstata no es recomendable para hombres que presenten:
  • Trastornos de la coagulación sanguínea 
  • Enfermedad de la vejiga (vejiga neurógena)
RIESGOS:
Los riesgos que implica cualquier procedimiento con anestesia son:
  • Reacciones a los medicamentos 
  • Problemas respiratorios 
Los riesgos que implica cualquier cirugía son:
  • Sangrado 
  • Infección 
Los riesgos adicionales son, entre otros:
  • Problemas con el control urinario (incontinencia) 
  • Dificultad para lograr y mantener una erección (impotencia) 
  • Pérdida de fertilidad espermática (infertilidad) 
  • Paso del semen hacia la vejiga y no hacia fuera a través de la uretra (eyaculación retrógrada) 
  • Estenosis uretral (estrechamiento de la salida urinaria)

Bibliografía:

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